Recuerda que estos consejos sobre hernia discal son orientativos y recomendamos siempre consultarnos previamente para obtener la opinión de un profesional fisioterapeuta. Ante cualquier duda pregúntanos, estamos a tu disposición.
Las hernias discales o también llamadas hernias de disco se suelen producir por el desgaste o envejecimiento de la columna vertebral o en ocasiones por un movimiento brusco.
Cuando la parte interna del disco intervertebral (núcleo pulposo) se desplaza hacia la raíz nerviosa presionándola, se produce un dolor agudo, repentino y de alta intensidad. Esta dolencia frecuentemente va acompañada de un hormigueo, entumecimiento o pérdida de fuerza en las extremidades
En estos casos es de vital importancia la fisioterapia, ya que determinará la necesidad de emplear cirugía o no. En Arthrosur tratamos las hernias discales aplicando termoterapia, electroterapia y masajes descontracturantes entre otros, pudiéndose sanar por completo en 4 semanas.
Ejercicios para tratar una hernia discal
Si bien es necesario para el tratamiento de una hernia discal la intervención de profesionales terapeutas como nosotros, a continuación te dejamos algunos tips que pueden ayudar a acelerar el proceso de recuperación.
En los primeros 2 o 3 días es recomendable reducir la actividad física y reposar en cama por un periodo corto de tiempo. También se debe evitar cargar peso, flexionar el tronco o adoptar posturas asimétricas para no forzar en exceso la columna vertebral.
La terapia física es una buena manera de contribuir a la recuperación de una hernia de disco, complementándola en todo momento con sesiones de fisioterapia. Los ejercicios aeróbicos suaves (como caminar, nadar, hacer yoga o ciclismo) aumentan la resistencia y contribuyen a una mejor circulación.
Asimismo, los estiramientos mejoran la flexibilidad y fortalecen los músculos de la espalda, abdomen y piernas. Algunos que puedes realizar desde casa son la esfinge, el perro y gato, la contracción abdominal isométrica, el superman en cuadrupedia y la bola.
Todos estos ejercicios deben hacerse de manera lenta y controlada, sobre todo al inclinarse o levantarse. Si se siente dolor con ellos debería dejar de hacerlos y consultarnos.
Ejercicios para prevenir una hernia discal
No siempre es posible prevenir las hernias discales, pero aquí te dejamos algunos tips para reducir el riesgo de desarrollarla. Lo ideal es mantener un estilo de vida saludable y activo realizando deporte de manera moderada para fortalecer los músculos.
Una mala higiene postural puede fomentar la aparición de hernias discales, por lo que recomendamos ser consciente y cuidar la postura en el día a día. Mantener la espalda erguida con los hombros alineados con la cadera, evitar dormir boca abajo (la postura más recomendable es dormir de lado) y doblar las rodillas al levantar peso para no sobrecargar la espalda.
Igualmente, mantener a raya el sobrepeso puede ayudar a prevenir las hernias de disco además de múltiples enfermedades. El exceso de peso añade esfuerzo a la zona baja de la espalda debilitando los músculos además de sobrecargar las vértebras y articulaciones. Por ello, recomendamos llevar una dieta variada y equilibrada rica en fibras, vitaminas y minerales. Más abajo te enseñamos cómo.
Como es bien sabido, la nicotina es otro factor de riesgo que propicia diversas enfermedades. Las sustancias químicas que contiene el tabaco absorben los nutrientes de nuestro cuerpo debilitando nuestro organismo y volviendo los huesos más frágiles. Además, la tos crónica propia de los fumadores ejerce presión sobre las vértebras.
Tips alimentarios para prevenir una hernia discal
Como mencionábamos anteriormente, es de vital importancia mantener un estilo de vida saludable para prevenir cualquier enfermedad. Una alimentación equilibrada y acorde con tus requerimientos diarios puede contribuir a reducir las molestias e incluso el riesgo de aparición.
Recomendamos que incluyas en tu dieta alimentos ricos en fibra, vitaminas y minerales como los cereales, frutas y verduras para mantener tus huesos sanos y ayudar a prevenir estas lesiones. El agua contribuye a que los discos intervertebrales permanezcan hidratados y los lácteos aportan el calcio necesario para mantener los huesos fuertes.
Se debe evitar la ingesta de alcohol excesiva, ya que impide la absorción de micronutrientes como la vitamina B12 y propicia la aparición de la neuropatía alcohólica. Así como suprimir el tabaco y controlar el peso.
¿Qué nutrientes necesitamos para prevenir las hernias discales?
Calcio: principal mineral en los huesos y sumamente importante para su formación. Se encuentra en productos lácteos o derivados de la leche, vegetales verdes como coles, legumbres, almendras, naranjas y pescados como las sardinas o el salmón.
Fósforo: maximiza el beneficio del calcio. Los lácteos contienen ambos, sin embargo, en los suplementos de calcio no lo encontramos. Los huevos, cereales y carne son buenos ejemplos de fuentes de fósforo.
Magnesio: la deficiencia de magnesio provoca baja densidad de los huesos. Este nutriente lo encontramos en los vegetales verdes, pescado, semillas, aguacates, plátanos y el chocolate negro.
Hierro: su ingesta es vital para la producción de colágeno y conversión de la vitamina D. También es indispensable para la formación de hemoglobina y mioglobina, moléculas encargadas de transportar el oxígeno a los tejidos. Algunos de los alimentos con más hierro son las legumbres secas, los moluscos (destacando las almejas, berberechos, ostras y mejillones), el hígado, la morcilla y las espinacas.
Vitaminas D, K, C y B12: estas vitaminas contribuyen a absorber y distribuir el calcio, fomentando la formación de los huesos. La vitamina C propia de las frutas y vegetales es importante para la generación de colágeno en los huesos, cartílagos, tendones y músculos. La vitamina B12 se encuentra en los productos de origen animal y contribuye a la formación de glóbulos rojos dentro de los huesos, en la médula ósea.
Por otro lado, la vitamina D encargada de absorber el calcio es en la que menos alimentos está presente (pescados grasos como el salmón y las sardinas, la carne roja, los huevos y la leche entera), por suerte la producimos al exponemos a la luz directa del sol.